Aprender a fluir con la vida.

Jodorowsky. Me encanta, es todo porque busca el todo.
Y le da al punto. Me fascina.
Pues nada, de esta vez con lo del vértigo....
Vale rememorar a Hitchcock con su Vértigo, en su caso, la película.
En el mío, una realidad, donde las cosas parecen girar de forma incontrolada a mi alrededor y tengo la impresión de estar situadas sobre un suelo que se mueve.
Un síntoma que alerta de que algo no funciona bien, se ha disparado una alarma en mi interior…
A lo mejor, dejar de tratar lo incontrolable, oir mis verdaderas necesidades, enfin, que la velocidad que llevo es verdaderamente incontrolable y sí, ¡¡¡claro que sí!!!! Desconozco cual es mi situación actual en el espacio.
Eso para mí es lo relevante y principal, porque no tengo ni puñetera idea de qué exatamente vine a hacer a este mundo, en el cual, en definitiva, no tuve espacio para nada; o mejor, cuando lo tuve, no me sentí merecedora o capaz de él.
...Porque el juicio de las otras personas me causa problemas, aunque no quiera aceptarlo, porque necesito aceptar la imperfección, necesito tomarme el tiempo necesario para decidir y para alcanzar mi propia meta, no la que me imponen.
Yo no controlo las leyes, apesar de mi nudo narcisista.
En mi espiral de inseguridad, me pierdo en mi propio “laberinto” sin encontrar la salida. Recordemos que en este caso el miedo al miedo es típico de los trastornos de ansiedad.
Es también el miedo al vacío, pero así mismo se puede interpretar como temor a los extremos.
El vértigo produce una falsa impresión de movimiento que puede ser un conflicto entre la razón y la emoción. Incluso puede que los mensajes que nos llegan desde el linaje femenino de la rama materna y paterna entren en fuerte contradicción.
De todo esto, queda el mensaje principal, de momento, el más grande para mí, el de
APRENDER A FLUIR CON LA VIDA.
El enlace:
http://planocreativo.wordpress.com/2009/09/08/dialogamos-sobre-el-vertigo/