miércoles, 10 de junio de 2009

Sensación Vorágine



El “picoteo”, comportamiento automático de llenado, destinado tanto a llenar el vacío como hacer el vacío mental, evoca una actividad autoerótica sin placer. Permite combatir el aburrimiento debido a la ausencia o de no pensar en nada, es decir, devolver al insconsciente las representaciones psíquicas en relación con un deseo prohibido.

Las compulsiones alimentarias son más claramente simbólicas, guardan relación con las pulsiones eróticas o agresivas, lo que justifica el sentimiento de culpabilidad que las acompañará habitualmente. El sujeto siente placer y se castiga por la culpabilidad que siente. Como gratificaciones sustitutivas o compensatorias, nos remiten a puntos particulares de la esfera relacional.

Cercano a los comportamientos toxicomaniacos, la crisis bulímica, evoca el “raptus” ansioso con el que comparte la brutalidad, el carácter inevitable y la violencia. Su desarrollo va generalmente acompañado por una sensación de vorágine (hundirse en un pozo sin fondo), parece condenado llenar un vacío sin fondo, sin fin, sin hambre ni placer.

El comportamiento alimentario de los pacientes afectos de anorexia nerviosa se caracteriza por una restricción alimentaria activa más que por una anorexia en el sentido más estricto del término. En efecto como subraya Ph. Jeammet, se trata de una conducta activa de restricción. Está presente la lucha contra el hambre, pero la paciente no quiere reconocerlo. En este caso el placer está relacionado con la negativa a satisfacer las necesidades. La sensación de hambre es buscada, provocada, notablemente cargada. Esta restricción por otra parte, va acompañada por un cierto número de comportamientos que se sitúan fuera sólo de la fase ingestiva del comportamiento alimentario.

Así, presentan un interés excesivo, casi obsesivo, por todo lo que guarda relación con la comida, pueden preparar comidas muy elaboradas para los demás, mientras que seleccionan muy estrictamente para sí mismas alimentos de bajas calorías. Los alimentos pueden ser escondidos, robados o tirados. La selección de los alimentos, el mordisqueo, la masticación interminable, el almacenamiento en la boca, son otras tantas estrategias características de los trastornos alimentarios. Junto a estos aspectos defensivos, muchos de estos síntomas guardan relación con una problemática depresiva y obsesiva.

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