viernes, 18 de marzo de 2011

Jacobo VI de Escocia


..."El monarca le pareció más familiar, más cercano del pueblo que el propio Enrique de Navarra, y Dios sabe lo que los refinados de la corte decían del Vert Galant!

Su traje, forrado y acolchado, como medida de protección, daba al Rey, que no era obeso, una apariencia de gordura desagradable, tanto más cuanto que su casaca, en forma de tonel, estaba sostenida por unas piernas frágiles, levemente arqueadas. Jacobo había sufrido de un nascimiento prematuro y hasta los cuatro años no pudo caminar. En el conjunto de su vestimenta descuidada, tan sólo un fieltro gris, rodeado por un aderezo de oro y rubíes y realzado con una pluma de garza real, recta y ufana, daba testimonio de su grandeza, pero añadía un toque cómico, apto a provocar carcajada.

Al opbservar al Rey de Escocia de cerca, Will se apercibió de que la inmensa vanidad de Jacobo estaba compensada por una bondad que rayaba en la debilidad"...

Del libro:
Mi Gran Amigo Shakespeare

Recuerdos de John Lacy - Comediante del Rey
Reconstruidos por Longworth Chambrun

Compañia Editora del Plata- 1941

Ver enlaces:

http://www.islaternura.com/APLAYA/NoEresElUnico/jLETRA/JACOBOsextomayo2003/JacoboBIO.htm
http://es.wikipedia.org/wiki/Jacobo_I_de_Inglaterra_y_VI_de_Escocia

Enrique IV de Francia, “El Vert Galant”


Enrique IV es posiblemente el soberano francés más popular y querido.

Esto se debe a que con él se terminaron los conflictos religiosos que asolaron Francia en el siglo XVI y sobre todo a su conocida faceta como “latin lover”. Porque Enrique IV era un conquistador nato, no había mujer que se le resistiera y eso a pesar o gracias a su “olor a macho cabrio”, pues casi nuca se bañó.
Nació en el año 1553, en el seno de una de las familias nobiliarias más importantes de Francia y que daría origen a una dinastía reinante

Por su madre, reina de Navarra, se le conoció principalmente por dicho título y el más familiar del Vert Galant, debido a sus frecuentes atuendos en ese color.

De religión protestante (hugonote en Francia), fue uno de los principales defensores de dicha fe en el país vecino, liderando la lucha contra la Liga Católica. Estos enfrentamientos son conocidos como “Guerras de Religión”.

Finalmente su candidatura al trono fue aceptada con la condición de que abrazara la fe católica. Enrique aceptó ese sacrificio personal, que daba paso a un periodo de paz. Se dice que cuando le propusieron esa solución afirmo que “París bien vale una misa”, en el sentido que ser Rey de Francia bien valía aceptar un cambio de fe.

Su reinado en lo político se caracterizó por un aumento del centralismo, su oposición frontal a la Monarquía Hispánica y la paz religiosa firmada en el famoso “Edicto de Nantes”, que ponía fin a casi un siglo de guerras civiles.

En su vida privada, destacó su faceta como amante de cientos de mujeres, con las que tuvo gran número de hijos ilegítimos a los que colmó de títulos y rentas.

Murió asesinado finalmente por un fanático religioso católico, que no le perdonaba su pasado hugonote ni los acuerdos de paz con esa confesión. Era el año 1610 y comenzaba el gran siglo de oro de Francia.

Enlace original: http://www.portalsolidario.net/ocio/visu/biografia.php?rowid=10515

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