miércoles, 17 de junio de 2009

Mar y Cielo


Me has brindado con una poesía maravillosa, y te lo agradezco.

Tu mail me remitió al último día en la residencia, cuándo solamente quedamos los dos, y un silencio de entierro cubría los passillos del edifício.

Nos exiliamos en la sala de la t.v, creo que inconscientemente lo hicimos para ocultar los ecos que quedaban de toda la gente que se había ido y de las tres semanas de fantasía que habíamos vivido, alejados de toda nuestra realidad, nuestro problemas, etc.

Para mí, más que nada, que pasaba por un momento terrible en mi vida, me estaba separando, llevaba 5 años sin ver a nadie de mi familia, había perdido mi trabajo, no tenía casa y para colmo, no tenía ni un duro!!!

Bueno, las cosas no han cambiado mucho desde entonces, pero esos momento para mí fueron de escapismo, de respiro, entonces , el último día.

¿A que divagamos un montón? Nos unía la experiencia que tuvimos de mundo, pero nos unía aún más compartir la misma generación de sudamericanos,
aquella que carga la história de nuestro continente y que aún a día de hoy esta llena de misterios.

Podíamos entendernos el uno al otro ¿verdad?

Para mí aquel momento de luto, se transformó en algo productivo, cuándo le diste contenido y contexto a los pensamientos que flotaban dentro de mí y que no tenían sentido en estos contrastes de primer y tercer mundos.

Luego en el café, en la terminal de autobuses, ahí, sentados, esperando las últimas huellas del final... O del princípio, volver al mundo real enfrentarnos a todo
otra vez....

Ya un año, ¿eh?

No ha cambiado mucho para mí.

Odio Londres, odio Inglaterra, odio el clima, los colores opacos, odio tener que estar abrigada en junio, odio todo.

También a mi me han dejado, él se fué, no es fácil te comprendo a tí, y una vez más, llenas de comprensión mi alma perdida.

"Inspiro inseguridad".

En realidaad, en mi caso, la llevo arraigada al haber abandonado mi esencia, y claro eso se refleja entre la gente que está más cerca mio.

La vida en este mundo sajón es dificil...el dinero no me alcanza para nada, todo es carísimo, el aira es pesado, va dejando un sabor a metal en la garganta,
un azco.

He visto tus videos, hermosa tu canción, bellísimo tu trabajo con la percursión, me encanta.

Trabajar en equipo a día de hoy es complicadísimo, hemos llegado a un punto que no sabemos compartir, las reglas de la supervivencia nos han arrancado a azotes el saber compartir, ya ser comunidad o pertenecer a una familia, es una mera
cuestión de aproximación, pero termina ahí.

Sé muy bien lo que es sentirse solo, aun peor, estarlo.

La etiqueta de lo más fácil.... ¡¡¡jajaja!!!! ¿Me lo dices a mí?

Hasta en mis clases, si no les doy todo de la manera más fácil posible, son incapaces de hacer un esfurzo para pensar.

Gente que tiene altísimos cargos, pero mira, un aura de mediocridad ronda todo.

El amor es efímero, las relaciones, los momentos, ya nada tiene contextuualidad si no le hechas a eso unos euros encima...

Esa es la impresión que la vida me ha dejado a loa 36 años.... No tan buena, ¿verdad?

Fijate, tan pesimista yo en el siglo de las etiquetas, vaya, ya no sé ser diferente.

¡Ah!, Por cierto, he escuchado mucho a Violeta Parra. El arte, la música tiene eso, no muere, me identifico muchísimo con ella.

Incluso en mis delírios locos, pensé en hacer un longa con su história, y claro divagué que estabamos juntos en eso, allá por Chile, resusitando a la Parra, que por algo muy concebible se habrá quitado la vida...

"Run Run nos hemos venido al norte"....

Espero que superes esa etapa, comprender un alma tan grande como la tuya es muy difícil para la gente que comparte la pequeña esfera del vivir en "re" menor y cuando me refiero al "re", entiendelo en portugués, así, como en marcha atrás,
como una tecla que suena a nada si no la complementas con las demás....

Me cuesta mucho escribir, no estoy nada bien, creo que sabes comprenderme.

Con Machado y la Castilla tan amarilla de nuestros recuerdos, te dejo.

Llenando un vacío sin fondo...


"Su desarrollo va generalmente acompañado por una sensación de vorágine (hundirse en un pozo sin fondo), que parece condenado a llenar un vacío sin fondo, sin fin, sin hambre ni placer."

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