jueves, 19 de mayo de 2011

Automne Jaune, Rosir Automne.



El Cielo y el mar se cubren de rosa y la ciudad de amarillo.
El atarcecer desde mi ventana se llama poesía. 
Desde la azotea, reino.
Algo de no creerselo. 
Las hojas que caen muertas dan vida a las veredas.




El sol se derrite sobre el mar cómo una bóveda púrpura
que lo obliga al expectador a ser pleno 
y nada más.
Me plasmo al rosa, me convierto al amarillo, 
Automne Jaune, 
Rosir Automne.


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