jueves, 7 de abril de 2011

Meditación del Corazón Sagrado





 El Corazón Sagrado es representado a menudo como una llama triple, y cada llama es símbolo de los atributos presentes en una persona cuyo corazón se ha abierto completamente. La primera llama es azul, que es el color de la facultad de poder o el valor. El segundo es amarillo, que es el color de la sabiduría. La tercera llama es rosa, que es el color del amor incondicional. Cuando estás flamas se combinan como una se convierten en violeta, o el fuego de la transformación. El antiguo ser se ha ido y tu permaneces sólo con la verdad. El Ser vive para completar su misión en el Cielo y en la tierra.




Encendiendo la Llama:



Ahora iniciaremos tu Corazón Sagrado para que pueda empezar a servir para su verdadera función. Primero lee esta descripción, después regresa y síguela tan bien como puedas. El propósito de esta visualización es encausar la energía que está contenida en tus cuerpos físico y sutiles, para encender entonces esta energía dentro de tu corazón superior. Puedes pensar en él como si abrieras el gas de un horno. Primero enciendes el gas, luego una simple flama enciende todo un fuego. Estás lleno de energía ahora, alguna de la cual llamas buena o positiva, mientras otras formas son consideradas malas o negativas. En realidad no hay tal cosa como energía buena o mala, positiva o negativa. Solo tus pensamientos la hacen parecer de este modo, y es al abandonar esos pensamientos, o la historia detrás de los pensamientos, que adquieres la habilidad de trabajar con toda tu energía. Ese será el propósito de este ejercicio.


Paso Uno:


La primera parte de este ejercicio te ayudará a darte cuenta de que cuando no hay historia adherida a tu energía, se siente de igual manera. Comienza por cerrar tus ojos y relajarte. Recuerda un momento en el cual hayas experimentado una gran alegría, el momento más feliz de tu vida. Recuérdalo con tantos detalles como puedas, y conforme lo haces, trata de sentir las emociones que estabas sintiendo entonces. Imagina que estás reviviendo el evento. Ve y escucha a la gente alrededor de ti. Permítete sentir las emociones tan poderosamente como puedas. Ahora nota dónde sientes la energía más fuerte en tu cuerpo. Quizá sea en tu corazón, o en tu región media. Imagina una bola de luz allí, y mientras continúas siguiendo la historia que ha disparado la emoción, pon ambas manos sobre ese sitio. Sabe que la bola de luz se está adhiriendo por sí misma a tu mano, luego, después de unos pocos segundos, si aún no está en tu corazón, empieza a mover tu mano hasta que la bola de energía esté contenida dentro de tu corazón bajo.


Paso Dos:


Ahora deja que la historia se vaya de tu mente completamente, y conforme haces esto, ve si la energía varía o cambia de alguna manera. Déjala descansar por un momento en tu corazón, la bola de luz, vibrando fuerte. Ahora deja que una de tus manos se mueva hacia arriba directamente arriba de la otra. Conforme haces esto, imagina que estás llevando algo de la energía hacia la región donde descansa tu Corazón Sagrado. Ahora es como el quemador que despide gas sin la flama. Deja que llene la región alrededor de tu corazón superior con gas intoxicante de amor puro. Esta ha sido la destinación de toda la energía, ya que siempre busca ir a donde servirá a la humanidad, tal como tu alegría superior busca expresarse a sí misma en el mundo. Siente esta energía llenando tu Corazón Sagrado completamente.


Paso Tres:


El encendido de la triple flama del Corazón Sagrado es tan simple como fijar tu intención. Se te ha otorgado todo el poder de crear y parece que destruye, pues aún debes aprender ahora a usarlo hábilmente. Mientras sostienes tu mano sobre el corazón superior, di estas tres palabras, y conforme las dices respira profundamente sabiendo que ellas están encendiendo tu luz más verdadera. Tu intención es todo lo que se necesita ahora.


"¡Ya está hecho!"

Has dicho SÍ al Universo, y ahora tu corazón está vivo. Entre más te enfoques en esta vida durante estos tres días, más sentirás sus efectos. Es como un niño recién nacido, que necesita que lo alimentes y lo nutras para que pueda crecer fuerte y brillante. Esta será tu tarea hasta la próxima lección. Entonces compartiremos más, para que puedas entender con tu mente lo que ya sabe tu corazón.


Me regocijo contigo.
Tu hermano.

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